¡Saludos desde Tierra Santa! | Eatontown, NJ

Call Us Today!
(888) 695-6169

¡Saludos desde Tierra Santa!

Para aquellos de ustedes que recuerdan, mi hijo, Marcel, cumplió 13 años en abril y su regalo de mayoría de edad fue un viaje a Israel. Tomamos un vuelo de 11 horas durante toda la noche a Israel. ¿Alguien duerme en un vuelo con niños? ¿Ya sean tus hijos o los hijos de quien está junto a ti? Si es así, quiero tu secreto.

 

Conseguimos nuestras maletas rápidamente y fuimos a recoger nuestro coche de alquiler de Avis. Me quedé asombrado. No del servicio. Eso no fue bueno. Pero había cinco jóvenes que hablaban hebreo, cada uno con diferentes acentos. Teníamos ruso, árabe, francés e italiano, y mi hebreo tenía acento español ya que ese era fue primer idioma. Ninguno había estado en Israel por más de diez años. Cada uno de nosotros hablaba un idioma común pero de diferentes lugares. Me llamó la atención lo raro que es eso.

 

Demasiados de mis clientes han vivido en los Estados Unidos durante más de diez años, pero apenas hablan inglés. Es una pena. Están limitados en el trabajo, la escuela, el hogar y la sociedad por su incapacidad para entender el inglés. No tienen a nadie a quien culpar sino a sí mismos. Las oportunidades existen. Hay escuelas privadas como UCEDA (puedes encontrarlo aquí). Hay programas públicos como St. Francis (puedes encontrarlo aquí). No importa en qué parte de los Estados Unidos te encuentres, te prometo que hay un lugar al que puedes ir para aprender inglés.

 

No siempre necesitas una escuela. Cuando me mudé a Israel como adulto, no hablaba hebreo. Tuve que aprender. Estaba motivado. Yo era joven y las mujeres israelíes eran hermosas. Quería aprender hebreo para conocerlas mejor. Veía las noticias israelíes durante 30 minutos cada noche. Leía un periódico israelí todos los días. Buscaba nuevas palabras en el diccionario hebreo-inglés o hebreo-español; Tenía las dos cosas. Intenté cada oportunidad que tuve de hablar hebreo. Y funcionó. Aprendí hebreo tan bien que empecé una relación con una mujer argentina con la que pensé que me casaría, pero esa es una historia para otro día.

 

Necesitas quererlo, y necesitas trabajar para ello. Obtendrás oportunidades que no esperabas. Eso es fue cierto para mí.

 

Andres “Puedes hacerlo” Mejer

P.D. Si quieres trabajar conmigo, aquí hay tres formas en que podemos ayudarte:

Share this post:
Facebook
Twitter
LinkedIn